domingo, julio 14, 2013

Canción con ira en tres actos



I

Si después
de caer
desde tus exigencias
como quien cae
en un pozo sin fondo,
aún me quedan ganas
de morderte,
te lo juro,
te dejo sin médula.

II

Te haré pebre.
Te picaré como un tomate,
en el rojo harinoso
que me obligaste a vivir,
te picaré a lo ancho
como esa cebolla
que no pudo llorar ni de ira
desvenaré tu ají verde
con la uñas que dejaste olvidadas
destrozaré el cilantro
con dientes y dedos
recuperando lo turgente
de mis embistes sin trampas
derramaré un oliva
que cure las heridas
que sobreviven de puro contumaces
sobrará la sal
y mirará desde la madera inerte
para
que al menos
se vuelva desabrida
la pena de no tenerte.

III

No podrás dormir
con ese pijama de corazones negros
ya es un trapo aullante
que cuelga de la batea
donde remojo
mis ganas de amarte
ni te cubrirás
en tus sábanas de algodón egipcio
hoy son la carne
de un volantín
que te vigila desde un cielo cercano
para que
mueras por mi.

martes, abril 23, 2013

Pripensante


No sé dar portazos
cada vez que aviento una puerta
me aprieto los dedos
sé de aquellos (as)
que sobrellevan el arte
de mandarse cambiar
con propiedad, esmero y gallardía
que
no
trepidan
en tomar de otra botella
sin torcer ni cambiar
el color de de sus zapatos

(también y además)
de algunas (os)
que dicen lo que dicen
sin abrir la boca
que
no
arrugan
ni la camisa ni el dedo anular
y demuelen
en la euforia del enojo
el mal ajeno
tampoco sé golpear la mesa
habitualmente
me pego en el índice
sé de pocos (as)
como yo
la mayoría suele bailar en su barrio
y
no
demoran
en encontrarle el cuesco a la breva
yo en cambio
predico en voz baja
y blasfemo en pijamas
sé que estoy vivo
porque respiro
y me crujen las rodillas
cuando me recojo.

martes, marzo 12, 2013

Confesión de partes


Yo no sé de qué se trata la cosa
antes sabía
y andaba haciéndolo saber
hay los que se las saben
y andan armados de adoquines
enciclopedias
y tomates podridos
yo era de esos
aunque lo mío eran los bostezos
ahora no
ahora no sé por dónde
la custión
es que me bajaron a charchazos
de la tierra prometida
y ahora me miro con detención
aunque a ratos
todavía
aún se me sale lo bruto
igual tenía mi adoquín
nunca se sabe
y era seriado
comprado en e bay
y venía con estuche
y manual del usuario
pero cuando lo usé
por atrás se rieron de mi
como se ríen de los curcunchos
por eso les digo
a los que les gustan las luces
que quien mucho ilumina
no ve lo que pasa por debajo
y se le llena de moscas
la comarca
me costó cara la gracia
de sabérmelas todas
en resumidas cuentas
quien soy yo
para
andar poniéndole la guinda a la torta?
esto que digo
lo pudo escribir
un tal Nicanor que anda por el siglo
pero lo digo yo
mal que mal
ya perdí la vergüenza
y me bajaron del triciclo
justo al medio siglo
ya no sé lo que digo
menos mal
y le debo a una mujer
una grandota y bonita
dos pares de cachetadas
cuatro insultos
(elegantes eso sí)
y varios desprecios
que dejaron la custión en ascuas
solo sé que nada sé
dijo Sócrates y se fue de copas
eso debí haber hecho
en vez
de buscarle relato
a un simple arrebato
(valga el verso)
no sé de qué trata la cosa
hay los que saben
y los que parece que saben
yo?
yo ando en pelota
regando el pasto
muerto de la risa.

lunes, febrero 11, 2013

ME DEJASTE IR



Pero escribí y me muero por mi cuenta,
porque escribí porque escribí estoy vivo.
(Enrique Lihn)

Se puede amar
a quien no quiere ser amado
pero
será un mar bravío y tosco.
Porque te escribí
y te mandé palabras mansedumbres
en cada manzana
en cada nuevo Zorzal
y un río azul te mojaba los pies.
Porque te escribí con la cadencia ahogada
de la derrota.
Aún asi escribí y estuve vivo.

 
Porque te escribí
en hojas que vuelan alegres
por las calles huesudas del barrio.
Vengo en decirte que un agosto
bajarán de los árboles
los besos que refugiaron los aromos.

Porque no diste
con las palabras ni con las flores,
y no fue un tren vivaracho
el que dejó este montón de botellas
en el patio,
fue un girasol mudo y borracho
que bailo la cueca sola,
la cueca coja
que también hube de bailar.

Porque te escribí
y cada verso que antes me llevó de poeta
baja las escalas y los campanarios
donde logré, a ratos cortos,
que me saliera la voz.
Porque te escribí reptando
sabedor
de que hay una sola dirección
allá donde la navaja de las vírgenes
repartirá
en pequeños cerdos salvajes
el tiempo que requiero.

Porque te escribí
arde mi muerte
pero juego con los muertos
a veces robo sus últimos suspiros
y los hago poemas
poema breves
como la casualidad de amarte
y hallarte.
Te escribí en el azar
en la luna menguante
y en el diario del lunes,
e hice mía la simpleza de mirarte leer
empero
divagaba en la cornisa
al borde de no ser.

Te escribí
para olvidarte, sin saber
que no se puede olvidar
a quien no quiere ser olvidado.
El olvido impone heridas
que se quedan a vivir por los tejados.

Los amantes naufragan
cuando escriben en los andamios
pero les rima el entusiasmo
y yo escribí de eso:
De un albañil melancólico,
un pincel calvo
que sopla flores hacia ti.

Porque te escribí
no podrás dejarme en un cajón
junto a la ropa de invierno.
Ese  anillo que anda contigo
será la cicatriz de mi eternidad.

Porque me escribiste
y escribir es dejar un pedazo de alma
esperando otras vidas
alegraste cada mañana
y dios me vio reír.

Porque escribir me duerme vivo,
el papel fue la sangre prohibida
de amarte sin salvaguarda
cual  pecado insolente
cual osadía ilusa.
Así muere, sin ser,
lo que no pudo ser.

Porque
escribí y brindé
brindé y cobijé
cobijé y escuché
escuché y hablé
hablé y sufrí
sufrí y amé
amé y escribí.

Porque escribí
hasta obligar la coincidencia
hasta doblar el espacio
y mutar, migrar, mirar;
sigo viviendo en un hilo de fuego.

Te escribí y me celebré
en ritos donde solo me veía un árbol
y porque le escribí
a las palabras que no llegaron,
ahora puedo mirar otras caras
y saberlas felices con desparpajo
a la hora de tocarse.

Porque me escribiste.
Ella me escribió,
sus vocales eran grandes.
Mil bocas que soñaban peces
y aguas quietas
a la hora del bostezo
y habían consonantes
siluetas adivinadoras
en las piedras basales de cada cuerpo
y cartas perdidas
en la risa de la olas.
 
Porque te escribí
el hombre ha muerto
y la soledad
tiene su propia sombra.

Luego me fui
esperando
que se me apareciera la virgen
pero no
ella anda en otros asuntos.

Y me fui amándote
sin saber que significa
el  rumor que habita
en lo hondo de tus labios
y me fui
en este barco dormido
en un mar de sueños.

Adonde se va el que no se va?
Dónde ruge el amor inútil?

Me fui
esperando que vinieran por mi
pero no,
me fui solo
con un vaso vacío
por si las moscas
y
algunos poemas sin escribir
para contarle al prójimo
como fue lo que no fue.
Y me fui
amándote
sin saber sin un beso furtivo
sería un acierto
o el final del juego.


Lo que no puede el empeño,
lo podrá la casualidad?

Y me fui
amándote
sin conocer el recorrido exacto
de tus caderas
ni como cae el agua
en el crujir de tu piel.
Y me dejé
c
a
e
r
si piedad ni escafandra
sin culpa ni alas:
estaba advertido.
Así que me fui
mascullando lo sabido
con los ojos bien abiertos.

Y me dejaste ir,
amándote.

jueves, enero 03, 2013

Canción para renovar el empeño

A veces me echo tierra en los ojos
y deambulo
abriendo puertas sin golpear
otras
caigo
como la manzana de newton
en la ira de alguien
de cuando en vez
soy aceite de ricino
en boca ajena.

Así que
no me pidan que use el felpudo
ni les de dos besos
ni les lave los pies
espero comprendan
que este año
o este mes
o este segundo
solo respondo a nombres
que ya no uso
y ando buscando labios
desocupados
con  la oración
del hombre con dolor de pies.

Así seré
de los que coleccionan palabras
dichas mirándose la uñas
en la tentación
de un silencio
que huele a tormentas
y al sudor
de los que suelen tomar la mano
que busca flores.
Recolectaré
empeños devenidos en penas inevitables
y pisaré el jardín prohibido
donde cantan mujeres imposibles
como la última palabra
y en cada minuto
seré un chubasco persistente.

Y andaré
sobrevolándote
aunque no tenga donde aterrizar
como los que levantan casas
en el purgatorio
como los que están sentados
 en la silla de los corazones vacilantes
los que atrapan sueños y ganas de mojarse lo pies
los que todos miran y nadie ve por mucho rato
y sin embargo
danzan el baile de los ángeles borrachos.