lunes, enero 21, 2008

Dos + Uno

Uno + uno no son dos
y el resto es mera porfía.
Uno + uno
es la terquedad de la simbiosis,
tres estupores colgados al acecho.
Las más, ocho o treinta y tantos
segundos pulcros
ajenos al silogismo de los labios.

Dos + dos nunca es cuatro
ni derivaciones agoreras.
Dos + dos
es el delito de la demora,
cinco frustraciones puestas al sol,
otras doce o enésimas
plegarias exangües
siluetas al ritmo del candor.

Dos + uno siempre es tres,
pero las matemáticas cojean.