lunes, julio 21, 2008

Círculo de mujeres

ya sé
que un círculo encierra
empero cobija
contiene
y construye pertenencia
nación y noción de ser.
ya sé
porque de ahí vengo
que un vientre parido
es el todo
que nos da el grito inicial.
ya sé
que hay quien o quienes
no ven un rostro de mujer
sino un cuerpo
un cuero para curtir.
ya sé
porque así es
que los espacios se conquistan
y que en ese cataclismo
hay que fruncir
el corazón a más no poder
con la cara llena de risa.
ya sé
pero porqué
me siento
fuera
desamparado
como si mi estrella
no diera la luz necesaria.
ya sé
estoy al otro lado de la piel
pero juro
que pervivo en cada lado.
ya sé
hay algo
que parece
que no sé.
o que no merezco.

domingo, julio 13, 2008

Números familiares

30 años desde que la Ela se subió a un tren y aún no vuelve.
45 desde que Lon se puso en marcha a contar estampillas en otro lado.
42 desde que la Loreto nos dejó una pena y una alegría en la solapa.
32 desde que a la Gabriela la dejaron mirando la soledad de frente.
22 desde que la Elena nos dejó la risa prendida en algún árbol.
5 desde que Gonzalo habla fuerte allende los cielos.
1 semana desde que Daniel se fue a jugar cartas con Ictino y Calícrates.

jueves, julio 03, 2008

Están cambiando más que yo

Todos se apretujan entre viejas ilusiones,
barcos que salen a morir en cada página.

Veloces rapiñas que acaparan pequeñas bagatelas,
para inocular la sangre que falta por acá.

Dioses inocuos, para orar en la urgencia
y bendecir el agua muerta de la dádiva.

Fantasmas, para entumecer las ganas del apuro.

El Sur no es sólo un plan de pagos,
ni una selva de magias y monedas menores,
para derribar pájaros raros y perlas en celo.
Ruinas y rostros de papeles inútiles
como amores obsecuentes y marchitos.

Dijeron que habrían otras lunas,
otros pasadizos para inventar nuevos colores,
otra frontera donde huirle a la fantasía,
pero sólo hay una nada imposible.

Estas cambiando más que yo.
Mis banderas son del mismo rojo
que surca el granizo como pájaro nocturno.
Cobijo retratos de pieles inmortales
y cada siete o doce hojas sueltas
aún descubro llantos reconocibles en las calles.

El delirio cobra su pensión cada mes,
y en cada gesto hay un continente que yira.
Cuando dijeron que el azul nació en Filadelfia?

Están cambiando más que yo.