miércoles, julio 27, 2005

AMAR

AMAR

Las relaciones humanas se ordenan desde la emoción y no desde la razón, aún cuando la razón dé forma al hacer que el emocionar decide. Entonces el designio “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”, no es un mero antojo o un fin en si mismo, sino una forma de vida. Estamos regidos y obligados en el amor, sin embargo parecemos negarlo y dejarle sólo el breve espacio que ocupa el enamoramiento, como si amar fuese sólo una manifestación de la memoria emotiva que a veces nos sacude la pasión. Si aceptamos que todo lo que hacemos en el día a día está gobernado por la emoción, esto es, la agitación del ánimo producida por ideas, recuerdos, sentimientos o pasiones, y que la tolerancia, la renuncia, el respeto, el sacrificio, la prudencia y todas las decisiones, conscientes o no, que tomamos a cada rato, son manifestaciones racionales estimuladas por la emoción que nos provoca el contacto con los otros, podemos concluir que amar es el hilo conductor de todo cuanto somos.

No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego.

Ese amor que invade los espacios, ese que instala bandera sin permiso por un buen rato en nuestras vidas, ese que fue un fuego impertinente, el magma del inicio, es hoy el motor que nos lanza a la vida, y no una suma de hechos aislados como brotes de maleza. Porqué amamos? o Porqué nos aman?, parecen preguntas meramente románticas para poetas trasnochados o enunciados ditirámbicos para una aburrida charla de Sábado por la mañana, con café aguado y bostezos culpables, pero si le damos otra vuelta de tuerca a lo evidente y miramos el amar ya no como una expresión predecible de nuestra convivencia, sino al revés como una manera de aceptar todas las dimensiones del otro y en consecuencia legitimar la convivencia con uno, concluiremos en que el amor, y también su negación, no es la sublimación permanente de la experiencia amatoria, sino todo aquello que conduce a ella.
Los odios, la cortina del baño, las rabias, la reunión de colegio, los miramientos, la cuenta del gas, los reproches, el almuerzo del Domingo, los orgullos, las medias corridas, las admiraciones, las toallas mojadas, las alegrías, el dolor de cabeza, las penas, el auto sin bencina, los hijos, el cloro para la piscina, los rencores, los ronquidos, los besos, las llaves que gotean, los olores, los niños con fiebre, las peleas, los agarrones a mansalva, los abrazos, los malos modos, las caricias, el pan del desayuno, los arrebatos, el sexo a escondidas, los empeños, la falta de plata, las metas, el sexo a descampado, los egoísmos, las vacaciones cortas, la gratitud, la leche con nata, la madurez, todo cabe en el amor, porque el amor no tiene trabas, ni cortapisas, porque clama independencia y de ella depende.

1 comentario:

Shlomit Baytelman dijo...

!Que gran tema! Sana envidia tu capacidad de reflexionar extendiendo las ideas. Yo le hago a la sintesis.


Un titipuchal de abrazos.

Shlomit.