y deambulo
abriendo puertas sin golpear
otras
caigo
como la manzana de newton
en la ira de alguien
de cuando en vez
soy aceite de ricino
en boca ajena.
abriendo puertas sin golpear
otras
caigo
como la manzana de newton
en la ira de alguien
de cuando en vez
soy aceite de ricino
en boca ajena.
Así que
no me pidan que use el felpudo
ni les de dos besos
ni les lave los pies
espero comprendan
que este año
o este mes
o este segundo
solo respondo a nombres
que ya no uso
y ando buscando labios
desocupados
con la oración
del hombre con dolor de pies.
Así seré
de los que coleccionan palabras
dichas mirándose la uñas
en la tentación
de un silencio
que huele a tormentas
y al sudor
de los que suelen tomar la mano
que busca flores.
empeños devenidos en penas inevitables
y pisaré el jardín prohibido
donde cantan mujeres imposibles
como la última palabra
y en cada minuto
seré un chubasco persistente.
Y andaré
sobrevolándote
aunque no tenga donde aterrizar
como los que levantan casas
en el purgatorio
como los que están sentados
en la silla de los corazones vacilantes
los que atrapan sueños y ganas de mojarse lo pies
los que todos miran y nadie ve por mucho rato
y sin embargo
danzan el baile de los ángeles borrachos.
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