viernes, abril 22, 2011

Un duermevelas de poca monta

Un puñal imprevisto
como el asco
que viene
sin permiso.
Como un pájaro podrido
que se come
la vergüenza
como falsas promesas,
como tiernos infiernos
como el agua sucia
que se bebe
a hurtadillas,
cuando el cielo oscuro
y las palabras
malditas.
Traición
con la ira
congelada entre
culpas y sublimes
cobardías.
Traición
otra vez.
Un duermevelas de poca monta
que sigue aquí,
como
un demonio venido a menos
que
sopla en mi sangre
de cuando en vez
y en cada virgen
que pierde
el hambre.

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