lunes, febrero 23, 2009

Liberar el deseo

Liberar el deseo,
ya no como un cuerpo hambriento,
liberarlo de la desolación,
condenarlo a la eternidad
en la fragua del sufrimiento.
Liberar el deseo,
liberarlo de oraciones fatuas,
de ciertos buenos infiernos,
de tardes suaves y aullidos esperables.

Liberar el deseo
de la memoria colectiva
y su sordera,
del corazón impávido
que muerde la orilla de las ganas.

Liberar el deseo,
prestar la heridas de a poco,
abrir de cuajo una promesa
y reptar a coronar la miseria.
Liberar el deseo,
matar una cópula otra vez,
encumbrar la sangre sucia
y renunciar a la salvación
del beso errante.

Liberar el deseo,
sacralizar los vinos,
sin mirar atrás.

5 comentarios:

Elena dijo...

Libar

AQUELLO QUE NOS ES
PROHIBIDO???
O !!!

kany dijo...

yo digo: lib(ver)ar el deseo

kany dijo...

Sicalíptica....

Carlos Bennett dijo...

absolutely

kany dijo...

grrrr!!!