Todos se apretujan entre viejas ilusiones,
barcos que salen a morir en cada página.
Veloces rapiñas que acaparan pequeñas bagatelas,
para inocular la sangre que falta por acá.
Dioses inocuos, para orar en la urgencia
y bendecir el agua muerta de la dádiva.
Fantasmas, para entumecer las ganas del apuro.
El Sur no es sólo un plan de pagos,
ni una selva de magias y monedas menores,
para derribar pájaros raros y perlas en celo.
Ruinas y rostros de papeles inútiles
como amores obsecuentes y marchitos.
Dijeron que habrían otras lunas,
otros pasadizos para inventar nuevos colores,
otra frontera donde huirle a la fantasía,
pero sólo hay una nada imposible.
Estas cambiando más que yo.
Mis banderas son del mismo rojo
que surca el granizo como pájaro nocturno.
Cobijo retratos de pieles inmortales
y cada siete o doce hojas sueltas
aún descubro llantos reconocibles en las calles.
El delirio cobra su pensión cada mes,
y en cada gesto hay un continente que yira.
Cuando dijeron que el azul nació en Filadelfia?
Están cambiando más que yo.
jueves, julio 03, 2008
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2 comentarios:
siempre voy más al fondo que a la forma...me dejas pensando...
Mire,oiga...usté no ande cambiando,estamos?
Ve que si cambia, no sería usté...pué.
beso
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